miércoles, 23 de diciembre de 2009

EN LA ESPERA


Hijo/a: La vida en los tiempos que corren están complicados y aunque faltas no me hacen de traerte por el mundo, lo veo complicado, por un lado porque me estoy conociendo con quien será tu madre y disfrutando de los buenos momentos con ella, además ella debe terminar su carrera universitaria, yo volverme profesor y así con nuestros títulos en mano poder forjar una estabilidad para traerte y disfrutarte al máximo porque lo mínimo que te mereces.
Y aunque esto es importante, no es concretamente lo que quiero decirte, sino que cuando llegues al mundo, a la vida y finalmente mirándote a los ojos mientras te acuno en mis brazos te diga.
Bienvenido a la existencia, vos instintivamente deberás aprender, primero a hablar, luego poquito a poquito a erguirte y así caminar, pero eso despacio y seguro, nada de hacer todo a la apuradas por que se arruina, esto es como una torta si le damos mucho fuego de golpe se quema.
Igualmente quédate tranquilo nos vas a estar solo, vamos a estar nosotros ahí levantándonos a las 4 de la madrugada por que estas sin poderte dormir, mama cocinándonos a vos haciéndote el avioncito a mi mirándome con ojo de “ya estas grande lo podes hacerlo solo”, ya en edad más avanzada donde empezaras a jugar con los bloques y esas cosas, yo te contemplare mientras en silencio escribiré cuentos que luego tu mama te contara con esa dulce voz que tiene para que puedas dormir en paz.
Ya sabrás hablar y caminar, cuando empieces el jardín de infantes allí te ensañaran a dibujar, a dormir la siesta, a bailar y cantar alocadamente, en fin cosas como las que enseña Virginia una amiga a la cual papa quiere mucho, aunque ella sobre todas las cosas enseña a ser felices.
Y lo que sigue a continuación no sé cómo describirlo, porque de tan solo pensarlo, se me hace un nudo en la garganta, lagrimas empeñan mis ojos y la piel se me eriza, porque, tal vez te preguntes, simple y creo que de esta forma es la única que lo podre decir correctamente.
Porque te veo ahí con tu pintorcito, subiendo al escenario para recibir tu pequeño de titulo por haberte egresado en el preescolar.
Ahora bien el momento de jugar en horas de colegio ha terminado, seguirás jugando pero en casa, por que el primario no es chiste, aunque te reirás y mucho, pero debes tomártelo con total seriedad se como tu madre que desloma estudiando y no como tu padre que con solo escuchar un poco ya estaba.
Así que en ese camino aprenderás a sumar, restar, escribir, la historia de nuestro país de los países conquistadores, entraras en un mundo de aprendizaje académico, porque mama como yo te enseñaremos a afrontar la vida, sobre el afecto al otro, a lograr su sueños y metas, pero en la escuela te darán las armas para poder estar mejor preparado.
Y bueno llegara el momento en que abandones la base para ascender a la cima de la educación, eso será en el secundario, pero ahí no solo aprenderás cosas.
Sino que también tu cuerpo comenzara a sufrir cambios por que crecerás, conocerás al primer amor ese que es tan puro y mágico, con ello sentirás y vivirás tu primer beso y mas adelantes te convertirás en hombre o mujer e infinidades de cosas más que te dirías, pero también te dejo un poco la puerta abierta para que las descubras.
Terminaras el secundario y vos, solo vos eligiras el camino a seguir, ya ni mama ni yo podremos elegir, porque esa elección es muy personal.
Y decidas lo que decidas serás: medico/a, abogada/o, lanza llamas en una esquina, etc.
En fin estas son algunas de las cosas que vivirás, pero nada es previsible y más en la vida, porque la vida se va armando en el momento, como una obra de teatro sin guion, solo improvisación.
Para decirte hasta a luego, te dejo una frase de Ivan Noble (un cantautor argentino)
“Daría un brazo por vos, pero a decir verdad,papá sabe ser muy tonto, mejor, dale la mano a mamá”
PD: Aca te estamos esperando mi hijo/a de luz, llega cuando tengas que llegar.
Te quiero!

1 comentario:

  1. Y pensar que cuando pase el tiempo esa carta podrá producir la sonrisa y el brillo más puro en los ojos de aquel/la quien hoy todavía no es.
    Porque las esperas siempre valdrán la pena.

    Saludos por allá.

    ResponderEliminar